El juego propuesto
El siguiente artículo
rescata fragmentos del Diseño Curricular De la educación secundaria de la
provincia de Córdoba a cargo del Ministerio de Educación de dicha provincia.
El diseño curricular no es ajeno al enfoque comunicativa
socio-cultural, aquí algunos pasajes en que el enfoque está presente que
servirán para comprender por qué este enfoque es transversal a toda práctica
educativa y a la enseñanza:
“…En tanto matiz constitutiva de la identidad individual y
social, el lenguaje permite que nos “hagamos”…”, desde su primera línea el
enfoque comunicativo socio-cultural ya comienza a definir al sujeto y
por si fuera poco, define toda práctica social desde el lenguaje, consonando el
uso del mismo con la formación del individuo. El sujeto es en sociedad y se
inscribe en ella mediante el uso de la lengua. El Diseño Curricular se asienta en el enfoque para desarrollar su propuesta pedagógica.
La cita de Raiter y Zullo, le permite hilvanar al Ministerio de Educación la dimensión a la
que quiere arribar que es plantear que “…somos seres de y por el lenguaje, a
través del cual “tenemos conciencia de nuestro yo; revisitamos nuestra historia
personal, la de nuestro grupo y la de otros en un amplio arco temporal;
imaginamos posibles devenires y mundos alternativos” las cartas están sobre la
mesa: al ser seres de y por el lenguaje y al otorgarnos éste consciencia de lo
propio y del otro, el contexto y las prácticas discursivas que se formulan y se
reformulan de acuerdo a nuestras interacciones, son estandarte del enfoque. Nuestra
competencia comunicativa y nuestra habilidad para escoger y definir nuestras
intervenciones discursivas en la realidad propia y cercana, serán la moneda
corriente en la cual nos mirares y desde la cual operaremos.
Al mediar el lenguaje la actividad humana, nuestra tarea
como futuros docentes es determinante, ya que seremos nosotros los mediadores
discursivos entre los saberes, los sujetos y sus contextos. Como agentes del
estado en nuestro rol docente, tenemos la preciada responsabilidad de hacer que
ese conocimiento validado por la escuela y por las prácticas letradas que de él se deriven (y que se diseminan en los
estudiantes, cuando estos se apropian de ellas, dimanando nuevas y ricas implicancias
sociales) se realicen. Nuestros estudiantes interactuaran con el medio social en el que
están insertos, si nosotros podemos mediar y enriquecer esas interacciones,
gran parte del trabajo será hecho.
“Son precisamente estas prácticas de y con el lenguaje – a través
de las cuales el sujeto significa el mundo, lo aprehende y se vincula con los
demás, estableciendo ciertas dinámicas, convenciones sociales y pautas de
interacción e inscribiendo determinadas marcas en los textos que circulan en
cada una de ellas” (Argentina. Ministerio de Educación, Presidencia de la
Nación, 2009, 7) Lograr con nuestro hacer que el sujeto se inscriba en la
lengua y deje su impronta personal, su “marca” que oficie de estela
significante en futuras convenciones sociales, es el oficio que nos propone el
diseño curricular, la manera de potenciar nuestras prácticas docentes,
plantear la pasividad mecanicista y
taxonómica de antaño atrasa el ritmo de nuestras pulsiones. No le demos la
razón a esos relojes.
Carlos Salinas
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