jueves, 26 de octubre de 2017

El juego propuesto



El juego propuesto
 El siguiente artículo rescata fragmentos del Diseño Curricular De la educación secundaria de la provincia de Córdoba a cargo del Ministerio de Educación de dicha provincia.

El diseño curricular no es ajeno al enfoque comunicativa socio-cultural, aquí algunos pasajes en que el enfoque está presente que servirán para comprender por qué este enfoque es transversal a toda práctica educativa y a la enseñanza:
“…En tanto matiz constitutiva de la identidad individual y social, el lenguaje permite que nos “hagamos”…”, desde su primera línea el enfoque comunicativo socio-cultural ya comienza a definir al sujeto y por si fuera poco, define toda práctica social desde el lenguaje, consonando el uso del mismo con la formación del individuo. El sujeto es en sociedad y se inscribe en ella mediante el uso de la lengua. El Diseño Curricular se asienta en el enfoque para desarrollar su propuesta pedagógica.
La cita de Raiter y Zullo, le permite hilvanar  al Ministerio de Educación la dimensión a la que quiere arribar que es plantear que “…somos seres de y por el lenguaje, a través del cual “tenemos conciencia de nuestro yo; revisitamos nuestra historia personal, la de nuestro grupo y la de otros en un amplio arco temporal; imaginamos posibles devenires y mundos alternativos” las cartas están sobre la mesa: al ser seres de y por el lenguaje y al otorgarnos éste consciencia de lo propio y del otro, el contexto y las prácticas discursivas que se formulan y se reformulan de acuerdo a nuestras interacciones, son estandarte del enfoque. Nuestra competencia comunicativa y nuestra habilidad para escoger y definir nuestras intervenciones discursivas en la realidad propia y cercana, serán la moneda corriente en la cual nos mirares y desde la cual operaremos.
Al mediar el lenguaje la actividad humana, nuestra tarea como futuros docentes es determinante, ya que seremos nosotros los mediadores discursivos entre los saberes, los sujetos y sus contextos. Como agentes del estado en nuestro rol docente, tenemos la preciada responsabilidad de hacer que ese conocimiento validado por la escuela y por las prácticas letradas  que de él se deriven (y que se diseminan en los estudiantes, cuando estos se apropian de ellas, dimanando nuevas y ricas implicancias sociales) se realicen. Nuestros estudiantes interactuaran con el medio social en el que están insertos, si nosotros podemos mediar y enriquecer esas interacciones, gran parte del trabajo será hecho.
“Son precisamente estas prácticas de y con el lenguaje – a través de las cuales el sujeto significa el mundo, lo aprehende y se vincula con los demás, estableciendo ciertas dinámicas, convenciones sociales y pautas de interacción e inscribiendo determinadas marcas en los textos que circulan en cada una de ellas” (Argentina. Ministerio de Educación, Presidencia de la Nación, 2009, 7) Lograr con nuestro hacer que el sujeto se inscriba en la lengua y deje su impronta personal, su “marca” que oficie de estela significante en futuras convenciones sociales, es el oficio que nos propone el diseño curricular, la manera de potenciar nuestras prácticas docentes, plantear  la pasividad mecanicista y taxonómica de antaño atrasa el ritmo de nuestras pulsiones. No le demos la razón a esos relojes.

Carlos Salinas

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